Domingo 22

SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros. La Ascensión a los cielos. Una despedida que tiene mucho de simbólica, pues sabemos que Jesús, aunque despareció físicamente, no se ha ido y permanece con nosotros. Muchas veces nos hemos despedido de nuestros familiares y amigos al emprender un viaje. Recordemos algunos de los que han sido especialmente significativos: ¿Se trató de un viaje para cumplir un deber familiar o para el servicio militar? ¿O para buscar mejores condiciones de vida? Recordemos en silencio los viajes y despedidas que hemos tenido, particularmente cuando se trató de seres queridos. Después con sencillez compartamos con los demás los sentimientos que experimentamos en esos momentos.


Lectura de Hechos 1, 9-11. Acá se destaca aquello de “¿Por qué se han quedado mirando al cielo?” e invitando a que nos comprometamos, como cristianos, en la transformación de la realidad que vivimos. Valoremos todo el sentido de la Ascensión de nuestra Cabeza, Jesús, y de su Cuerpo, la Iglesia que somos nosotros mismos. Jesús se va, pero se queda en nosotros en la misión que nos encomienda.


REFLEXIÓN. Si nuestra vida está llena de encuentros y de despedidas ¿Cómo puedo fortalecerme con cada una de ellas?

(Acá se le otorga la palabra a cada uno de los integrantes).


PADRE NUESTRO

Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION


Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Amén.