Domingo 5

SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.


La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Durante estos 5 domingos hemos conversado y orado sobre nuestra historia personal de fe, enriqueciendo nuestra imagen de Dios con la que nos muestra Jesús y con nuestra propia experiencia. Sin embargo, podemos sentir dudas sobre cómo nos habla Dios a nosotros. Sabemos que Dios se ha comunicado con la humanidad desde el Antiguo Testamento a través de los Profetas y en el Nuevo Testamento a través de Jesucristo, su Hijo. Hoy en día, Dios se sigue comunicando con nosotros por medio de los acontecimientos de nuestra vida, en la oración, por medio de la Biblia, en las personas, en la comunidad.

Lectura de San Lucas 18, 18-23. El hombre rico que quiere heredar la vida eterna.

REFLEXIÓN. ¿Cómo percibo que Dios me habla?

(Acá se le otorga la palabra a cada uno de los integrantes).


PADRE NUESTRO

Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION


Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Amén.