Domingo 4

SEÑOR DIOS, al comenzar esta reunión queremos que estés presente en nuestra vida. Que las tareas que realicemos tengan un sentido solidario y no sean sólo para beneficio nuestro, sino para que podamos servir a los demás con un espíritu nuevo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.


La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Una vez que hemos repasado la historia de nuestra vida de fe y que también hemos caído en la cuenta de que, a veces, tenemos una manera de ver a Dios menos adecuada, vamos a tratar en este encuentro de asomarnos y ver como se ha manifestado y se suele manifestar Dios en nuestra vida. No olvidar: Dios está más allá de todo lo que podamos pensar y más acá de todo lo más íntimo de nuestro ser.

Dios, nuestro Padre es Alguien que está más allá de todos nuestros conocimientos y experiencias, sin embargo Él siempre quiere comunicarse con nosotros y lo hace a través de signos que tenemos que interpretar. Pongámosle atención a la Palabra. No olvidemos: Él está en fondo de toda belleza, en la raíz de toda vida y de toda entrega. Está dando sentido y abriendo horizontes. No se trata de gritos ni de espectáculos.

Lectura de San Lucas 19, 1-9. Zaqueo, el recaudador de impuestos.


REFLEXIÓN. ¿Cuántas veces hemos percibido que existe Algo más y que el Señor ha estado con nosotros?

(Acá se le otorga la palabra a cada uno de los integrantes).


PADRE NUESTRO

Guía: Unidos en una sola voz digamos: Padre Nuestro...

CONCLUSION


Guía: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros. Todos: Y seremos salvos. Amén.