Conocer a Dios de manera personal y darle el primer lugar en nuestra vida debe mostrarse en nuestro comportamiento, autoestima, carácter, relaciones con la familia, compañeros, amigos y demás personas. 

Lamentaciones 3, 40 dice: “Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor.” Cada cristiano debe estar en constante evaluación de su relación con Dios y con los demás, para que pueda corregir sus malas acciones y pedir perdón a Dios.

Éstas son algunas preguntas que te ayudarán a darte cuenta si realmente estás reflejando el carácter de Jesús y si es que Él es el Señor de tu vida:

¿Le he entregado a Dios todas las áreas de mi vida?

¿Quién ocupa el primer lugar en mis pensamientos?

¿Realmente Dios es el dios de mi vida?

¿En qué forma reflejo el mensaje de Dios?

¿Adoro a Dios en todo momento?

¿Busco a Dios solo cuando tengo problemas o está presente en cada momento de mi vida?

¿Alguna vez me he avergonzado de ser cristiano y/o he negado a Dios?

¿Hay algún pecado que me niego a dejar?

¿Pongo excusas para mis pecados?

¿Soy obediente a Dios, incluso cuando me es difícil?

¿Oro con sinceridad, humildad, y fe?

¿Leo la Biblia porque quiero aprender de Dios o por obligación?

¿Leo la Biblia con un corazón dispuesto?

¿Cuál es mi motivación para asistir a la iglesia?

¿Estoy conforme con mi apariencia física?

¿Soy alguien que critica y causa división o alguien que fomenta la unidad?

¿Pongo al chisme como una excusa para ayudar a otros?

¿Perdono a otros así como Dios lo hizo conmigo?

¿Guardo resentimiento o rencor hacia otros?

¿Las demás personas saben que soy cristiano?

¿Soy de ejemplo para otros?

¿Qué dicen otros de mí? ¿Tengo un buen testimonio?

¿Mi lenguaje refleja amor?

¿Me regocijo en mi trabajo, estudios, o en la labor que realizo?

¿Soy obediente y respetuoso con mis padres, tutores o alguna otra figura de autoridad?

¿De qué manera cuido mi pureza sexual?

Cuando tengo problemas, ¿mi primer recurso es acudir a Dios o a los hombres?

¿Estoy acostumbrado a mentir? 

¿Por qué me es tan difícil decir la verdad?

¿Soy compasivo y paciente con otros?

¿Le he entregado mi carácter a Dios?

¿Soy humilde?

¿Agradezco a Dios en todo momento?

¿Veo a los demás cristianos como a mis hermanos o como competencia?

¿Estoy predicando con mi ejemplo?

¿Doy un buen testimonio en mi familia?

¿En mi trabajo me conocen por mi carácter intachable?

¿Todo lo que hago es como para Dios?

¿Soy justo en mis acciones?

Hasta este momento, ¿mi vida ha reflejado el carácter de Jesús?

Si mi relación personal con Dios no ha sido la mejor ¿cuán dispuesto estoy de entregarle mi corazón, mente y pensamientos?

TAMBIÉN LE PUEDE INTERESAR